Este día me dediqué, junto a mi grupo de amigos del alma (5X y 1Y), a buscar información acerca de las famosas leyendas salvadoreñas. Esas que poco a poco van desapareciendo en esta mi sociedad. Yo me acuerdo de la famosa Ciguanaba, quien se supone que era una mujer muy bonita que le salía a los hombres, pero que esta después se hacía horrible. Yo sé de ella porque eran las “pasadas” (anécdotas) que contaban mis abuelos y porque es como lo básico que conocemos en mi entorno.
En este video, el Cipitío, otro personaje que está siendo olvidado, alega por qué los niños no lo están tomando en cuenta. Claro lo hace en tono de burla, a todo lo que está llevando a que la sociedad pierda el conocimiento de estas historias.
Bueno, pero el punto al que quiero llegar es que personas como mi hermanita, siento que ha perdido el interés total en comprender de dónde vienen estas historias, tradiciones, o por ejemplo decir que esto es lo que forma parte de nuestra “identidad”. Así como ella, hay muchos niños que posiblemente piensan igual, pero en este caso es de ponerse a pensar de dónde viene el problema.
Posiblemente las escuelas sí enseñan este tema a los niños, pero lo toman, pienso yo como “light”, porque no hay una total profundidad. Sólo dicen “este es el Cipitío o la Carreta Chillona, vaya hagan una tarea, dibújenlos”, eso es todo. Pero no se va más allá. Lo importante es ver cómo alguien se puede involucrar.
Sí hay muchas instituciones que están intentando rescatar estas y muchas tradiciones más, pero lo difícil es saber que estas no están dando los resultados que deberían tener.
¿Por qué no incentivar a la gente a que rescate muchas tradiciones de la misma sociedad? Hacerlos participar, que ellos mismos hablen de sus “pasadas”, y hacerles creer que sólo de esta forma podremos rescatar la misma identidad.
¿No sería interesante ver en escena historias que la misma gente cuenta? Y que en estas puestas, se pueda ver el talento de los mismos jóvenes, que talvez, ni ellos saben que lo poseen. Para mí sería tierno e interesante que niños de 6 a 10 años sean los protagonistas de estas actividades. La escuela sería un lugar muy importante para que los niños se motiven, en lugar de decirles que vayan y busquen en libros algunas historias, mejor que les pregunten a las personas mayores cuáles eran las costumbres que antes habían, o si tienen alguna "experiencia" qué contar.
Bueno, pero el punto al que quiero llegar es que personas como mi hermanita, siento que ha perdido el interés total en comprender de dónde vienen estas historias, tradiciones, o por ejemplo decir que esto es lo que forma parte de nuestra “identidad”. Así como ella, hay muchos niños que posiblemente piensan igual, pero en este caso es de ponerse a pensar de dónde viene el problema.
Posiblemente las escuelas sí enseñan este tema a los niños, pero lo toman, pienso yo como “light”, porque no hay una total profundidad. Sólo dicen “este es el Cipitío o la Carreta Chillona, vaya hagan una tarea, dibújenlos”, eso es todo. Pero no se va más allá. Lo importante es ver cómo alguien se puede involucrar.
Sí hay muchas instituciones que están intentando rescatar estas y muchas tradiciones más, pero lo difícil es saber que estas no están dando los resultados que deberían tener.
¿Por qué no incentivar a la gente a que rescate muchas tradiciones de la misma sociedad? Hacerlos participar, que ellos mismos hablen de sus “pasadas”, y hacerles creer que sólo de esta forma podremos rescatar la misma identidad.
¿No sería interesante ver en escena historias que la misma gente cuenta? Y que en estas puestas, se pueda ver el talento de los mismos jóvenes, que talvez, ni ellos saben que lo poseen. Para mí sería tierno e interesante que niños de 6 a 10 años sean los protagonistas de estas actividades. La escuela sería un lugar muy importante para que los niños se motiven, en lugar de decirles que vayan y busquen en libros algunas historias, mejor que les pregunten a las personas mayores cuáles eran las costumbres que antes habían, o si tienen alguna "experiencia" qué contar.
Todo está en que se juegue con las mismas anécdotas, para generar una construcción de identidad colectiva. Todo esto con la ayuda y participación de la misma gente, es difícil pero no imposible...
Qué piensan ustedes al respecto? Se pueden rescatar estas tradiciones?, o es una misión imposible?
6 comentarios:
¡Hola Julia!
Bueno, me parece interesante tu propuesta. En todo caso entraría en juego un modelo participativo de la comunicación, donde se buscaría una acción desde y para los sujetos sociales, a modo de resignificar las leyendas locales. Este es un campo más en el que se puede trabajar.
Pues, es lo que puedo decir por ahora. Te cuidás y hablamos luego
(n_n)
rescatar?? pues como nos dijo la señora anti-tecnología, eso es algo basatnte difisíl, pero te voy a dar mi punto de vista: sí es verdad que hay muchas instituciones que se supone se preocupan por no dejar que se pierdan las tradiciones, pero les falta de mucha creatividad e innovación para que sea interesante, pero no pasan de un par de actividades en las escuelas, y nada más!!
Yo creo que es importantísimo darle seguimiento a la tradición oral de nuestro país. Si estas cosas no se transmiten o se archivan de alguna manera se iran perdiendo hasta que no existan para las nuevas generaciones. Además, desapareceria una parte de nuestra identidad. y es que lo importante de esto es que como decía Amparo M.: todas estas narrativas nos dan "anclaje". Como comunicadores no podemos permitir que estas narrativas se pierdan. Concuerdo con la propuesta de Luís.
Bueno hay que ver las dos caras de la moneda... yo pienso que todas esas leyendas son muy salvadoreñas, muy nuestras, y es importante conservarlas. Sin embargo, la cultura se enriquece con múltiples elementos externos y creo que ahorita se están construyendo nuevas narrativas, con las que los niños se están identificando mucho más... lo que pasa es que no las hemos descubierto..
Saludos!
Hola Julia! Pues bien, me parece que las preguntas que planteás son válidas. Además, creo que es un tema que debería ser tomado con mayor énfasis en nuestra sociedad. Vivimos un tiempo en el que mantener estas tradiciones se vuelve cada ves más difícil. Sin embargo, no creo que sea algo imposible. De hecho, pienso que como comunicadores, y como miembros de esta sociedad, debemos realizar esfuerzos conjuntos para buscar posibles soluciones o alternativas, que nos permitan mantener nuestras tradiciones. Esas tradiciones que hacen de nosotros “ser salvadoreños”.
Bueno, nos vemos! Cuidate!
Hace unos años, se hizo un comic del Cipitío y otros personajes de fábulas. El comic era muy bueno, y estaba basado en leyendas, mitos e historias de la misma gente. Lastimosamente el proyecto nunca tuvo mayor apoyo por instituciones y se abandonó. Siento que para poder preservar tradiciones de antaño, es necesario poder adaptarlas a medios más modernos. De otra manera no se logrará captar la atención de las nuevas generaciones.
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